Banda sonora de O'Learys

Música en O'Learys

O'Learys es todo comida sabrosa, bebidas refrescantes, deportes emocionantes y música fantástica.

"No parece muy prometedor" Jonas Reinholdsson, un sueco de 1,90 m y melena plateada, bebe una cerveza lager checa en un O'Learys, uno de los restaurantes de la cadena de auténticos bares deportivos de estilo americano que fundó hace unos 30 años. Reinholdsson intenta calmar los nervios ante el próximo partido Suecia-Bélgica de la Eurocopa*.

Desde que abrió su primer restaurante en Gotemburgo en 1988, la cadena O'Learys cuenta ahora con 118 restaurantes en 10 países. Pero todos los bares deportivos O'Learys conservan el enfoque original en cuatro cosas: comida, bebida, deportes y música. Jonas Reinholdsson ya soñaba con montar un restaurante cuando tenía 16-17 años. Unos años más tarde, aprendió el oficio en Riche, un clásico de Estocolmo de principios de los 80, frecuentado por las estrellas del pop y el rock de la época.

"El interés por música para restaurantes despegó a finales de los 70 y en los 80", dice Reinholdsson. Añade que conseguir que la música y el ambiente sean los adecuados para el personal y los clientes dispara las ventas. Cuando Reinholdsson abrió el primer O'Learys a finales de los 80, ponía música de bar en cintas de casete, pero pronto pasó a los CD. Ahora, O'Learys ha adoptado el streaming con Spotify Business, uno de los productos de Soundtrack Your Brand.

Junto con Jesper Willaume, un antiguo colega que ahora dirige el local insignia de O'Learys en Estocolmo, Reinholdsson controla a la perfección la banda sonora de O'Learys, que describen como Rock americano de piernas anchas con elementos modernos. (Por desgracia, Suecia perdió contra Bélgica. Pero Reinholdsson nunca dejará de creer en las posibilidades de Suecia de convertirse algún día en campeona de Europa)

Jonas, llevas tiempo en el negocio de la restauración. ¿Te importaría explicarnos cómo han cambiado las cosas para O'Learys a lo largo de los años?

Jonas: El gran cambio para nosotros es que los deportes han aumentado mucho en comparación con hace 20 años. Como mostramos muchos más partidos, ponemos menos música. Y contrariamente a lo que puedas pensar, eso significa que ha aumentado la importancia de poner exactamente la música adecuada. Además, el atractivo de O'Learys se ha ampliado mucho. Hace diez años, teníamos un 17% de clientas femeninas, ahora ese porcentaje supera el 30% y nuestro objetivo es que venga todo tipo de gente, incluidas las familias. Así que eso significa que hemos tenido que refinar nuestro concepto conservando los aspectos que hacen que la gente quiera venir a nosotros en primer lugar.

¿Qué dirías que significa la música que tocáis en O'Learys? ¿Os inclináis en alguna dirección en particular, hay géneros que soléis evitar?

Jesper: Me he tomado la herencia musical de Jonas al 100%. Son canciones intemporales de finales de los 60 en adelante. No tocamos metal ni rap, ni R'n'B moderno. No es que tengamos nada en contra de esos géneros, es que no encajan en absoluto con nuestro concepto. Cuando vienes aquí, puedes elegir qué comer y qué beber. Pero no puedes elegir la música, así que tenemos que hacerlo bien.

Os habéis convertido en una gran organización de franquicias en la que los propietarios de restaurantes locales suelen tener mucho que decir. ¿Cuánta libertad concedéis a cada restaurante?

Jesper: Todo el mundo tiene derecho a tener sus propios gustos musicales, y nuestro personal no son robots. Pero al igual que con la comida y las bebidas, queremos que nuestros clientes se sientan a gusto con la música que ponemos. Nuestro concepto es muy reconocible, hasta los menús familiares y nuestros manteles a cuadros verdes y blancos. En muchos sentidos, la música lo une todo. La música equivocada puede arruinar el ambiente, y al distribuir nuestras listas de reproducción por todos nuestros restaurantes con Soundtrack Your Brand ya no tenemos ese problema.

¿Por qué abandonaste los CD y empezaste a utilizar el servicio de streaming de Soundtrack Your Brand?

Jonas: A mediados de los 90, cada franquiciado tenía que comprar unos 50 CD con las grapas, las canciones más reproducidas de artistas que iban de James Taylor a Guns and Roses. Entonces empezamos a grabar CD con listas de reproducción y a enviarlas a los franquiciados. Hicimos una carpeta negra con CDs de unas 150 listas de reproducción O'Learys ya preparadas. Yo mismo hice el 70% de esas listas de reproducción. Pero no era realmente sostenible grabar discos así. Y en cuanto a la licencia, supongo que estaba bastante al límite.

"Cuando vienes aquí, puedes elegir qué comer y qué beber. Pero no puedes elegir la música, así que tenemos que hacerlo exactamente bien"

Redefine tu transmisión de música

Comprueba cómo funciona Soundtrack para ti y tu restaurante o bar. Consigue nuestras funciones más exclusivas con una prueba de 14 días sin compromiso, desbloqueando todo lo disponible en Soundtrack Unlimited.